Por Baudi Dávila
La isla de Margarita en Venezuela fue por muchos años referencia turística en el Caribe. La otrora llamada “Perla del Caribe” era un destino que ofrecía todas las comodidades para pasar unas vacaciones de lujo en sus hermosas y particulares playas, así como para hacer importantes compras en sus surtidas tiendas que estaban llenas de novedosos productos que le daba su condición de Puerto Libre.
Sin embargo, eso fue cambiando en las últimas décadas y hoy en día esta bella isla venezolana no escapa a los graves problemas de toda índole que afectan a la nación suramericana, como la escasez de alimentos, la delincuencia desatada y el notable deterioro de sus espacios públicos.
Pero quizá el más grave de todos los males y de más reciente data es la suspensión de vuelos que impuso el Instituto Nacional de Aviación Civil a la aerolínea Estelar a principios de noviembre del 2014, que restringe aún más las posibilidades a los venezolanos de vacacionar en esta isla neoespartana.
Según datos de la industria indican que la decisión afectó 50% de las rutas nacionales, y Margarita fue la más perjudicada por la cantidad de vuelos que demanda diariamente. Las pocas aerolíneas que aún operan hacia este destino insular no pudieron logísticamente cubrir esa demanda y empezó un caos de retrasos de vuelos y boletería agotada por meses que hacen una misión prácticamente imposible poder viajar a este destino.
La otra opción que es viajar por ferry partiendo desde Caracas o la ciudad de Puerto La Cruz se ha convertido también en un calvario para los turistas, por la mucha demanda que tiene y la poca oferta que hay en esta empresa de transporte marítimo ahora manejada por el Estado venezolano. Así que por ahora parece que la “Perla del Caribe” se quedó aislada de tierra firme y disfrutar de sus playas es algo muy complicado.
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